En el verano de 1475 el condado de Belalcázar se había declarado en favor de Fernando e Isabel; Elvira de Zúñiga
seguía en esto la conducta de su hermano el prior de San Juan, y no la de su
padre el duque de Arévalo.
Los Reyes confirmaron la creación del
mayorazgo, el título condal de Belalcázar y el cambio de nombre del III conde
de Belalcázar Álvaro por el de Gutierre, impuesto por su hermano Fray Juan de
la Puebla, como condición para heredar los estado, para perpetuar el nombre del
fundador de este linaje Gutierre de Sotomayor, maestre de Alcántara. A Gutierre
II de Sotomayor llamaría más adelante la reina Isabel “El Conde Lozano”,
probablemente por su gallardía y su
extrema juventud.
Elvira de Zúñiga I condesa de Belalcázar
madre de Gutierre II arregló el
matrimonio de este con una prima de Fernando el Católico, Teresa Enríquez hija
del Almirante Alonso Henríquez.
Escudo de armas de Alonso Enríquez.
El valiente conde de Belalcázar estaba
llamado a ser unos de los mas importantes capitanes de la guerra de Granada,
pero el 21 de Junio de 1484, contando solamente con 22 años de edad fue
alcanzado por una flecha envenenada en las inmediaciones de Casarabonela y
murió. Su viuda Teresa Enríquez, madre de dos niños, Alfonso y Pedro fue
habilitada tutora de estos por los Reyes Católicos.
Volviendo al episodio de la muerte del Conde Lozano; el lunes 21 de Junio de 1484, los Reyes Católicos se dirigieron a Casarabonela con ánimo de sitiarla, Éstos acamparon en un paraje cercano a la Villa y enviaron una hueste de guerreros para reconocer sus huertas y contornos a las ordenes del Conde Lozano, cumplía éste su misión cuando algunos de los que lo seguían, se dividieron para robar por los caseríos cercanos, desobedeciendo con ello las órdenes de no maltratar ni ofender a ninguno de sus moradores.
El Conde acudió con su caballo para evitar la refriega, pero una flecha enemiga le hizo caer exánime. Los Reyes dolidos por la muerte de este bravo capitán, decidieron levantar el sitio y retirar su ejército, regresando a Córdoba, pero volvieron un año después y el 2 de junio se entregó Casarabonela.
Castillo de Alora Malaga.
“ yendo por el camino, el rey quiso ver a Casarabonela, e la gente travó escaramuza con los moros y entró en pos dellos por las huertas; y el rey enbió mandar que dexasen la escaramuza. Y el Adelantado conde de Belalcázar fue por tonar la gente, y entró en la delantera; e andando escaramuzando, le dieron una saetada por la verija, de que llegando el real murió”
En 1495 el escultor Maestro Rodrigo Duque Alemán hizo los retablos de las sillas bajas del coro de la catedral de Toledo y en la tabla número 21 representó el trágico suceso.
En el centro de la talla, El Conde de Belalcázar montado en caballo recibe un saetazo.
Romance anónimo
del siglo XV dedicado al suceso:
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